Presentación
Santísima Virgen María: gracias por tu intercesión y por conducirme a Jesús
Santo Padre Benito: bendice hoy en tu día este espacio que te dedico con devoción y gratitud.
Que la Santa Cruz sea mi luz
11/Julio/2014
Ocasionalmente comentaré algunos datos sobre San Benito, pero en la red hay suficientes fuentes bien documentadas sobre la vida y obra de nuestro Santo Patriarca, así como el uso correcto y respetuoso de su medalla, especialmente por parte de su Santa Orden y me refiero a los Monjes Benedictinos.
A dicha Santa Orden le tengo especial aprecio y gratitud porque fue en su casa, en el Monasterio Benedictino de Texin en Teocelo, Veracruz, México; donde me encontré con Jesús Sacramentado, cambiando mi vida para siempre.
Que El Espiritu Santo me guie y que la Santìsima Virgen Maria, permita que este blog sea instrumento de conversión y salvación.
Estamos en contacto hermanos en Cristo,
Ora et labora
Jesús, experiencia de encuentro
Luego de 49 años de una "fe heredada", siendo un cristiano
católico bautizado pero "frío y sin sustancia", el primer domingo de
abril de 2013 en el Monasterio Benedictino de Santa María y todos los Santos en
Texín, Teocelo, Veracruz; tuve un encuentro con Jesús Sacramentado. Al paso del
Santísimo, durante la misa de sanación, observé que algunas personas tocaban la
Custodia e hice lo mismo con gran devoción diciendo "Señor mio y Dios
Mío". Al instante me puse a llorar como un niño (de hecho asistí a la
celebración como un infante con la emoción de tratar de encontrarme con Jesús
no iba a pedirle nada en especial solo quería reencontrarme con Jesús). Lloré
largo y tendido con gran sentimiento pues sentí la misericordia y el amor
infinito de Dios. Experimenté como si Jesús me diera una "palmadita"
y se alegrara de verme en su Iglesia.
Quede por unos minutos con una sensación que no puedo explicar, pero muchas respuestas vinieron a mi mente y varias dudas de fe desaparecieron o se aclararon. Por ejemplo; reconocí a la Iglesia Católica como la primera y única, me sorprendió entender y sentir como es que los religiosos (que en muchas ocasiones critique) se entregaban a su santa vida de servicio y tuve una sensación extraña de abandonar mi trabajo y mejor ayudar a los monjes aunque sea para barrerles y servirles. Por espacio de varios minutos mi vida pasada me pareció inútil y sin sentido incluyendo muchos de las cosas materiales que poseo.
Yo que nunca me colgaba nada al cuello, en menos de 60 minutos tuve la necesidad imperante de comprarme un crucifijo y así lo hice en la tienda del monasterio, así como una medalla de San Benito. Actualmente a diario uso sacramentales que he adquirido al paso del tiempo y de alguna manera me han servido para evangelizar ya que la gente me pregunta de ellos. Me parecía incomodo portar un crucifijo y ahora tengo varios y puedo contemplarlos con amor por varios minutos.
De regreso al Puerto de Veracruz con mi esposa (soy divorciado y vuelto a casar, no cabe duda que Jesús se manifiesta a los más pecadores) retornamos muy contentos y al entrar le dije a mis suegros ¡Cristo Vive! !Cristo Vive! ¡Es cierto todo lo que se dice! y les comenté toda mi experiencia mientras lloraba de gozo (al día siguiente le llamaron a mi esposa para preguntarle como me encontraba, creo que mi estado los desconcertó). ¡Me sentía como los apóstoles luego de Pentecostés!
Luego de esta primera visita mi esposa y yo asistimos cada mes el Monasterio y ocasionalmente fuimos testigos del poder de Jesús Sacramentado para asistir a hermanos afectados por el mal. Experiencias fuertes que pasamos apoyados en la protección del Santísimo y la Santísima Virgen María.
Posteriormente me uní a un grupo de devoción a San Benito Abad, hermanos con los que viajo al monasterio con regularidad (también he invitado a amigos y familiares), lo que me ha ayudado en mi proceso de evangelización y servicio. Luego de varios años regresé a la Santa Misa para el mes de Octubre del 2013, asistiendo todos los domingos (tarde comprendí la grandeza y el regalo de esta Santa Celebración y el poder infinito de la Eucaristía que aunque no puedo recibir por mi estado de pecado mortal, adoro y me concedió una manifestación muy especial durante la primera misa dominical a la que asistí cerca de mi hogar.
Quede por unos minutos con una sensación que no puedo explicar, pero muchas respuestas vinieron a mi mente y varias dudas de fe desaparecieron o se aclararon. Por ejemplo; reconocí a la Iglesia Católica como la primera y única, me sorprendió entender y sentir como es que los religiosos (que en muchas ocasiones critique) se entregaban a su santa vida de servicio y tuve una sensación extraña de abandonar mi trabajo y mejor ayudar a los monjes aunque sea para barrerles y servirles. Por espacio de varios minutos mi vida pasada me pareció inútil y sin sentido incluyendo muchos de las cosas materiales que poseo.
Yo que nunca me colgaba nada al cuello, en menos de 60 minutos tuve la necesidad imperante de comprarme un crucifijo y así lo hice en la tienda del monasterio, así como una medalla de San Benito. Actualmente a diario uso sacramentales que he adquirido al paso del tiempo y de alguna manera me han servido para evangelizar ya que la gente me pregunta de ellos. Me parecía incomodo portar un crucifijo y ahora tengo varios y puedo contemplarlos con amor por varios minutos.
De regreso al Puerto de Veracruz con mi esposa (soy divorciado y vuelto a casar, no cabe duda que Jesús se manifiesta a los más pecadores) retornamos muy contentos y al entrar le dije a mis suegros ¡Cristo Vive! !Cristo Vive! ¡Es cierto todo lo que se dice! y les comenté toda mi experiencia mientras lloraba de gozo (al día siguiente le llamaron a mi esposa para preguntarle como me encontraba, creo que mi estado los desconcertó). ¡Me sentía como los apóstoles luego de Pentecostés!
Luego de esta primera visita mi esposa y yo asistimos cada mes el Monasterio y ocasionalmente fuimos testigos del poder de Jesús Sacramentado para asistir a hermanos afectados por el mal. Experiencias fuertes que pasamos apoyados en la protección del Santísimo y la Santísima Virgen María.
Posteriormente me uní a un grupo de devoción a San Benito Abad, hermanos con los que viajo al monasterio con regularidad (también he invitado a amigos y familiares), lo que me ha ayudado en mi proceso de evangelización y servicio. Luego de varios años regresé a la Santa Misa para el mes de Octubre del 2013, asistiendo todos los domingos (tarde comprendí la grandeza y el regalo de esta Santa Celebración y el poder infinito de la Eucaristía que aunque no puedo recibir por mi estado de pecado mortal, adoro y me concedió una manifestación muy especial durante la primera misa dominical a la que asistí cerca de mi hogar.
Fue precisamente ese domingo de octubre, cuando el Señor me regalo el siguiente
gran acontecimiento en la iglesia cerca de mi casa (si aquella que por sencilla
y pequeña, dudaba de que Dios estuviera presente).
Después de la Consagración, el Padre estaba mostrando el Cuerpo de Cristo a
todos los fieles y en eso se detuvo y dijo refiriéndose a todos los feligreses:
-“Yo veo que ustedes bajan la vista ante el Cuerpo de Cristo”. –“Esto no debe
ser así, deben de verlo, quiero que todos lo vean y adoren”. Obedeciendo al
igual que muchos, levante la vista y al ver la Hostia me empecé a sentir muy
mal, me puse frío, sudaba ídem, sentía que quería vomitar, defecar y orinar. Prácticamente
me moría ..... era como si la Hostia me estuviera haciendo
daño y quería salir por la puerta lateral de la Iglesia que estaba muy cerca de
mi. MI esposa lo noto, vio mi rictus de terror, pero pensó que me encontraba en
uno de esos procesos de llanto gozoso que me ocurren ocasionalmente durante la
consagración. Por dentro me asusté, pensé que estaba ya infectado o algo
similar, sólo alcance a pensar algo como esto: -“Señor no sé que me sucede, pero pase lo que pase me quedo aquí
contigo”. Y me sujete de la banca....todo paso poco a poco y ya cuando el
sacerdote mostró el Cáliz pude apreciarlo con más calma. Al terminar la misa,
me moví a otra Iglesia cercana en la que también oficiaba el mismo sacerdote y
durante la Consagración ya me vino ese llanto de gozo y agradecí A Dios, ya no
sentir nada que me afectara de la manera ya descrita. Comprendí que la vista
más preciosa de este mundo es poder presenciar el Cuerpo y sangre de Jesucristo
en paz. En el Monasterio Benedictino de Texín en Teocelo, Veracruz, he visto
asistentes afectados que no lo pueden hacer. No toleran a Jesús Sacramentado
cerca. Mi hermano, docto en estos temas por la misericordia de Dios que le ha
permitido su servicio en el ministerio de liberación de Xalapa, Veracruz por
muchos años, me comento que probablemente había sido una sanación física, que
me quedara tranquilo. El me dijo –“ Para mi que tenias algún tapón de grasa
rumbo a tu corazón y el Señor te sano”. (padezco de alto nivel de
triglicéridos y tengo una hipertrofia ventricular izquierda) Revise mis
síntomas en conocido recurso medico y tenían concordancia con "ataque al
corazón". Ya no busque más, cuando se trata del Señor no me gusta buscar
de más, siento como si lo cuestionara, como si el biólogo que soy de profesión
tratara de cuestionarlo una vez más como antaño, previo a mi conversión.
Preferí quedarme con la duda y acatar su voluntad. Pase lo que pase, lo único
que quiero es estar con Jesús. Hubo quien me sugirió que el enemigo me quería
sacar de la Iglesia, una vez que noto que mi conversión era verdadera e incluía
entre otras situaciones asistir a misa todos los domingos
Semanas después durante la homilía, el sacerdote con el que tuve este evento, comento un proceso similar en una señora que se curo de su sistema digestivo durante una oración de sanación en un domicilio particular (de esta curación el padre se percató y la anunció a los presentes en el momento en que se estaba efectuando) . Ese Domingo del comentario de mi párroco estaba dedicado a las Misiones. Comentó que en una situación así, era importante dar testimonio. Al terminar la Santa Misa lo alcance a la salida y le comente lo que me sucedió a manera de testimonio. Sonrió y le dije...-Padre definitivamente Jesús se manifiesta a nosotros, a personas como yo, a los más pecadores ¿verdad? Expreso una sonrisa más grande y asintió con la cabeza. Posteriormente en otras homilías comentó que periódicamente por intercesión de su oración, Jesús ha tenido otras manifestaciones de sanación.
Semanas después durante la homilía, el sacerdote con el que tuve este evento, comento un proceso similar en una señora que se curo de su sistema digestivo durante una oración de sanación en un domicilio particular (de esta curación el padre se percató y la anunció a los presentes en el momento en que se estaba efectuando) . Ese Domingo del comentario de mi párroco estaba dedicado a las Misiones. Comentó que en una situación así, era importante dar testimonio. Al terminar la Santa Misa lo alcance a la salida y le comente lo que me sucedió a manera de testimonio. Sonrió y le dije...-Padre definitivamente Jesús se manifiesta a nosotros, a personas como yo, a los más pecadores ¿verdad? Expreso una sonrisa más grande y asintió con la cabeza. Posteriormente en otras homilías comentó que periódicamente por intercesión de su oración, Jesús ha tenido otras manifestaciones de sanación.
Entre semana siempre que
puedo acudo en compañía de mi esposa a horas santas, misas, rosarios visito al
Sagrario (participo como Adorador Perpetuo en la Catedral del
Puerto de Veracruz) comulgo espiritualmente, leo la Santa Biblia, rezo el Santo
Rosario. He asistido a algunas reuniones de
divorciados y vueltos a casar, estudiando la posibilidad de mi nulidad
matrimonial. Asimismo para profundizar en los fundamentos de mi Fe, tomé un Curso de Evangelización Fundamental en
www.catholic.net . Igualmente recibo el Evangelio diariamente en mi correo electrónico gracias a http://www.evangelizacion.org.mx/. Recientemente he participado también en Retiros.
Creo en la Santísima Virgen María a quien me he consagrado ya que me protegió de lo que yo sentí como un asedio del maligno semanas después de mi conversión. He cambiado poco a poco en mi vida diaria y mi trato con el prójimo (¡de hecho descubrí al prójimo!) ya que era en extremo soberbio, déspota y ocasionalmente violento. La gente lo comenta, en especial algunos de mis compañeros de trabajo, además de que la lengua y las lágrimas se me sueltan para dar testimonio de lo que me pasó con Jesús y los detalles que Dios me ha regalado. Amo a Jesús, creo en su Evangelio, lo sigo, y me he abandonado a Él pidiéndole que me haga humilde, manso y siervo ante mi prójimo. Me encomiendo a los Santos en especial a San Benito y Santa Gema Galgani de quien porto una reliquia, regalo de mi hermano. Tengo en mente proyectos para difundir el Evangelio por las redes sociales con asesoría de un guía espiritual y este blog es el principio
Creo en la Santísima Virgen María a quien me he consagrado ya que me protegió de lo que yo sentí como un asedio del maligno semanas después de mi conversión. He cambiado poco a poco en mi vida diaria y mi trato con el prójimo (¡de hecho descubrí al prójimo!) ya que era en extremo soberbio, déspota y ocasionalmente violento. La gente lo comenta, en especial algunos de mis compañeros de trabajo, además de que la lengua y las lágrimas se me sueltan para dar testimonio de lo que me pasó con Jesús y los detalles que Dios me ha regalado. Amo a Jesús, creo en su Evangelio, lo sigo, y me he abandonado a Él pidiéndole que me haga humilde, manso y siervo ante mi prójimo. Me encomiendo a los Santos en especial a San Benito y Santa Gema Galgani de quien porto una reliquia, regalo de mi hermano. Tengo en mente proyectos para difundir el Evangelio por las redes sociales con asesoría de un guía espiritual y este blog es el principio